MEAN BOY

Desde nuestra llegada a Panamá ha sido complicado establecer un grupo de amigos gays. Diferentes factores han influido pero el que más prevalece es la actitud “mean boy”

¿Recuerdan la película de Mean Girls? Ubiquen el personaje de Regina George. Ahora imagínenlo hombre y gay. ¿Nada alentador cierto?

Es como que si olvidarán los principios básicos de cortesía. Poco respeto, poca amabilidad, poco sentido común. Cierta noche un amigo nos invitó a que conociéramos este grupo para ir ampliando nuestro circulo de conocidos, lo que no sabíamos es que todos eran unos mean boys

JUAN DAVID A.K.A EL SEXUAL

Se mostró espontaneo, alegre, desinhibido. Todo iba muy bien hasta que al sentarnos a conversar a solas por primera vez  comenta: “Y ustedes ¿Cuántos tríos han hecho ya?”  Nuestra cara fue un WTF tan grande que no le quedo otra de soltar una risa nerviosa y cambiar de tema.

Más adelante cuando el grupo se une a conversar por supuesto que sale el tema sexual, y el querido Juan David vuelve a soltar la pregunta a todo pulmón “De verdad… digan al menos cuantas veces han hecho un trío… ninguna pareja puede tener tanto tiempo sin hacerlo” el silencio reinó y todos lo ridiculizaron por “atreverse” a preguntar cosas así en público.

HUMBERTO A.K.A EL CHISTOSO

Humberto de esos que mezclan la realidad con comedia. El lanza su discurso bien serio y claro pero lo culmina con una sonrisa y con la frase “solo estoy bromeando”.  Tiene 8 años de relación, apartamento recién comprado y pensaba que era de los más estables.

Sus frases:

“No veo el día que me salga otro viaje de trabajo, ese Grindr me explota con todos los mensajes que llegan… no mentira solo estoy bromeando”

“Juan Carlos se acostó con aquel, aquel, aquel y aquel… no mentira solo estoy bromeando”

“No te imaginas la cantidad de hombres que cuadro en el gym, mira todos los teléfonos que he conseguido… no mentira solo estoy bromeando”

DANY Y GIL  A.K.A LOS RAROS

Estos sí que eran bien exclusivos y raros. No se mezclaban nunca con el grupo, estaban pero no estaban. En algún momento la pista de baile se activó y ellos se fueron a un pasillo y solo uno de ellos bailaba y el otro se quedaba inmóvil. Fue muy fuerte ver como ellos mismos se reprimían estando en un ambiente “seguro”. 

Como la idea era socializar, en cierto momento conversé con ellos hasta que de repente al ir a buscar un trago mi amigo comenta “Ten cuidado con ellos, les gusta inventar que hacen orgías con todos los conocidos y los destruyen con comentarios como ´lo tenía chiquito´ ´era mala cama´ etc… MANTENTE ALEJADO”

MIGUEL – A.K.A EL AGRADABLE

Si alguien me supo engañar fue Miguel, de todos los que estaban en la reunión con el que más me sentí identificado fue con él. Y pensé que era mutuo. Logramos conversar sobre distintos temas con fluidez hasta intercambiamos teléfonos, pero al día siguiente al agregarnos en redes sociales veo que tiene fotos recientes con personas de las que había hablado mal MUY MAL, y me preguntaba ¿Cómo alguien puede tener tan mal concepto de una persona y aún así seguirla tratando y subiendo fotos a las redes sociales como si fueran los mejores amigos? 

Luego semanas siguientes al conversar esto con mi amigo solo dijo “ayyyyy Miguelito…. Miguelito…. El es un caso… el siempre te hace creer que eres su amigo pero luego…. Bueno ya viste lo que pasa luego…”

¿Es tan difícil lograr una amistad teniendo tantas cosas en común? Es decir y estoy seguro que si todos se quitaran esas “mascaras” de chicos malos todo fluiría de la mejor forma. A veces siento que hay gente que no supera la secundaria, que se quedan trabados en ese papel de “yo soy mejor” “yo soy más bonito” “yo soy más chistoso” “yo soy más agradable”

En la escuela cuando éramos niños podíamos ser amigos de cualquiera, precisamente porque nadie trataba de impresionar, nadie imitaba, nadie quería resaltar… todos solo queríamos decir la frase “eres mi amigo” y esperábamos el momento exacto para decirlo.

Es hora de que muchos retomen eso…