Al enterarme que en mi país estaban realizando una película “sobre un transexual que regresa de Canadá a pasar navidades en la hermosa casa que pudo regalarle a su madre con todo su esfuerzo, y que trae consigo una gran noticia: por fin hará realidad su sueño de cambiar de sexo y ser “una mujer total”. Poco falta para operarse, pero requiere del apoyo de su familia. Tras ver a la otrora hermosa “quinta” en completo deterioro y ocupada por un caótico tropel de hermanos, cuñadas y sobrinos, a Cheila se le develarán duras verdades que la harán replantearse la relación consigo misma y con su familia, al descubrir la mayor pobreza de la que adolecen: el desamor, la intolerancia y la mezquindad”
Una cosa es un buen guión y otra muy diferente es llevarla al cine, plasmar las ideas en 90 minutos que logren captar la esencia de la historia y enamore al espectador, eso hace Cheila, una casa pa´ maita. No solo me siento orgulloso por que una historia como esta sea contada de forma tan inteligente, si no que tambien lo estoy por el cine nacional. Que se arriesgo y triunfo con esta película.
No esperen ver los tipicos chistes homosexuales denigrantes, no esperen ver a las locas taconeras “putiando” o “tirando”, Cheila va mucho más allá, es la muestra de un país consumido en la ignorancia, la vida fácil, el mal ejemplo familiar, la falta de educación, y muchos más factores que hacen que nuestra sociedad sea más retrograda.
Es difícil observar a nuestro país en 90 minutos a través de los ojos de un transexual, no por su condición, si no porque da pena ver en lo que nos hemos convertido. Porque todos estamos involucrados (queramos o no). Sin clichés, y sin tabus logran una historia llena de puro sentimiento, el de sentirse pleno dentro de su propio ser. 
Violeta Alemán derrocha su talento (conocido ya por todos los Venezolanos) y nos envuelve con esta actuación tan real que llega un punto en que la odias. No hubo un segundo en que la actriz no aprovechara para sacarle el jugo a su personaje. Una actuación verdaderamente impactante. 
José Manuel Suárez interpreta de manera asombrosa a Cheila en su época de adolescente, la mayoría de sus escenas son jocosas para el público, pero en realidad tienen un transfondo emocional. Perfectamente interpretado. 
Rhandy Piñango se convierte en el príncipe azul de la historia. Pone la nota romántica y a mas de uno (a) le escuchas decir “que bellooooooo” inspiro mucha ternura en este papel, la mayoría soñó con un final feliz entre Cheila y el… muy bien logrado!También destacan: Aura Rivas, Elodie Bernardeau, Luke Grande, Rubén León, Nelson Acosta, Freddy Aquino, Moisés Berroterán, Verónica Arellano, Carolina Torres, Glenis Colina, Guillermo Londoño, y Víctor Soto.
Para la comunidad GLBT está historia representa mucho, se que habrá al menos unos minutos en los que dirás “esto lo viví yo”, la lección de vida que te da está película es invaluable. Sobre todo en estos tiempos en los que se ve tanta locas (os) descarrilados, este personaje nos muestra que desde sus inicios sabia quien era, y que haría todo lo posible por ser respetado y aceptado en una sociedad donde la hipocresía reina. En donde es mejor tener un hijo malandro, drogadicto, ladrón, violador, etc… que tener uno gay/lesbiana/bisexual/transexual.
¿Quieres ver una gran historia?
Animate y ve Cheila, una casa pa´maita…
Saludos
Alex
Esa pelicula me encanta. La ruptura de planos temporales, los diferentes matices del personaje, desde pequeñito, adolescente y adulto. Las diferentes actitudes de los hermanos: el complice, el machista, el chulo, el interesado, etc.. Hay una cosa que me confundió muchisimo la primera vez que la vi (la he visto como 6 veces) y fue el parecido tan grande que tiene el joven actor José Manuel Suarez (Cheíto) y Rhandy Piñango (Moncho). Por un momento pensé que era una misma persona actuando como Cheíto y Moncho.
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